jueves, 29 de marzo de 2018

Roscos fritos

Tuve la suerte de tener abuela hasta pasados los 40. Todos los años, el Viernes Santo nos juntábamos toda la familia en su casa, hijos, yernos, nietos, bisnietos, consuegros... todo el que quería apuntarse era bienvenido.


El menú era fijo: potaje de garbanzos con bacalao, albóndigas y buñuelos de bacalao. Lo mejor y lo más esperado por todos eran los postres, hacía cantidades industriales de natillas con galletas, arroz con leche, leche frita, roscos fritos y flores.