jueves, 29 de marzo de 2018

Roscos fritos

Tuve la suerte de tener abuela hasta pasados los 40. Todos los años, el Viernes Santo nos juntábamos toda la familia en su casa, hijos, yernos, nietos, bisnietos, consuegros... todo el que quería apuntarse era bienvenido.


El menú era fijo: potaje de garbanzos con bacalao, albóndigas y buñuelos de bacalao. Lo mejor y lo más esperado por todos eran los postres, hacía cantidades industriales de natillas con galletas, arroz con leche, leche frita, roscos fritos y flores.


Había suficientes para comer allí y para que cada uno nos pudiéramos llevar a nuestra casa para el día siguiente. Debía de pasarse días cocinando.


Guardo una foto de una de las últimas semanas santas, sentada a la mesa durante la comida, viendo como todos disfrutábamos de la comida, de las bromas y de la conversación


Yo este año he decidido retomar una parte de la tradición y hacer roscos fritos, que junto con las natillas era lo que más me gustaba de ese menú.

El martes, con la ayuda de mi madre, de Txus, de Edgar y de Ariadna II, hicimos una tanda, pero hoy ya no quedaban y me he puesto yo sola y con tranquilidad a hacer de nuevo. Y he tenido tiempo de hacerles fotos, de pesar los ingredientes que estaban en cucharadas y pasarlos a gramos.

Ingredientes, para unos 40 roscos medianos

- 3 huevos M
- 120 gr de leche o de zumo de naranja o mitad y mitad
- 150 gr de azúcar
- 75 gr de aceite de oliva
- 15 gr de licor de anís
- la ralladura de la piel de un limón mediano
- 1 sobre de levadura tipo royal o de gaseosa de los dos colores
- 575 gr de harina

- 4 cucharadas de azúcar y 1 cucharada de canela en polvo para rebozar
- aceite de oliva suave ( 0,4 grados ) para freirlos

Preparación 

- Se baten los huevos y se añade el resto de los ingredientes.

- Se trabaja con un tenedor y luego se pasa a la encimera  enharinada y se acaba de trabajar, hasta conseguir una masa suave y ligeramente pegajosa. Quizás hace falta añadir un poco más de harina hasta conseguir la consistencia deseada. Podemos usarla al momento o dejar levar tapada con un film durante una hora.


- Se toman porciones de la masa, se forma una tira alargada, se cierra para formar el rosco y se dobla el rosco por la mitad, para conseguir un rosco más estrecho pero más grueso.
Otra manera alternativa de formar los roscos es hacer bolitas de unos 30 gramos, introducir el dedo gordo en el centro para hacer una agujero y ir girando la masa y estirando el rosco. Nos puede ayudar untarnos las manos con un poco de aceite de oliva.



- Se pone abundante aceite en una sartén, cuando está a 175 grados se estiran un poco los roscos y se fríen, durante aproximadamente un minuto por cada lado, hasta que los veamos dorados.




- Se escurren con papel absorvente sobre un colador y cuando todavía están calientes se rebozan con el azúcar y la canela.



Si no teneis termómetro de cocina, se pone una piel de limón en el aceite mientras se calienta, cuando los bordes de la piel empiezan a estar tostados es que la temperatura ya es la correcta.

Yo he probado las dos versiones, la de leche y la de zumo de naranja y la verdad es que el sabor varía muy poco, aunque hay gente que dicen que con el zumo quedan más esponjosos y se aguantan blandos más tiempo.


Recién hechos están deliciosos, y si los guardamos en un recipiente hermético aguantan blandos y esponjosos 2 o 3 días.

Aunque en mi casa no han tenido tiempo de ponerse duros.


Licencia de Creative Commons
somnisdexocolata by Estela Martínez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported License.

1 comentario:

  1. me encantan pero yo no le pongo leche solo la ralladura de limón y un vaso de zumo de naranja
    y matalauva una cucharadita en medio vaso de agua y estan espectacular

    ResponderEliminar